Entrevista a Carmen, voluntaria de Junax
Carmen, oriunda de Sevilla (España), ha sido voluntaria de Junax desde octubre de 2018 hasta mayo del año actual. Con el objetivo de realizar sus prácticas profesionales del previamente cursado máster en Cooperación Internacional, llegó a Junax con ganas de empaparse de la situación política chiapaneca.
Carmen ha estado colaborando con el Puente, una organización que se dedica a la mejora de infraestructuras con comunidades indígenas de Chiapas que se involucran de forma activa. Hasta hace poco estuvo realizando sus prácticas allí como voluntaria, pero El Puente decidió que querían que Carmen formase parte de su equipo permanentemente. Buscaban una becaria formada en comunicación y cooperación internacional para elaborar un vídeo que animara a las mujeres indígenas chiapanecas a participar en uno de los proyectos: fabricar sus propias estufas ahorradoras de leña que expulsan el humo fuera de la casa. Además de la producción del vídeo, Carmen ha estado apoyando en la formulación de proyectos y en la realización de talleres con mujeres beneficiarias de los mismos.
El contexto y el área de trabajo eran completamente nuevos para Carmen, era la primera vez que visitaba el terreno para realizar el seguimiento de proyectos en marcha, que se reunía con personas beneficiarias de un proyecto para evaluar la ejecución, que participaba en la dinamización de talleres con enfoque de género y que realizaba trabajo de oficina con una organización social. Ella ha podido aportar su entusiasmo, sus ganas, su capacidad de trabajo y sus conocimientos teóricos sobre la elaboración de un proyecto.
Esta experiencia no hubiera sido lo mismo para Carmen si no hubiera vivido en Junax. Para ella Junax son las personas que habitan bajo su techo, es compartir palabras y momentos con personas implicadas que buscan construir un mundo mejor, es aprender a cuidarse mutuamente, a fortalecer la capacidad organizativa y crítica entre todxs, también desconectar y pasárselo bien. Carmen siente que Junax le ha brindado la oportunidad de vivir en colectividad además de la oportunidad de politizarse más a través de los talleres y conversaciones políticas que surgen de forma espontánea en la casa. Compartir espacios comunes con más de treinta personas que además algunas fluctúan, puede no ser sencillo sin una buena comunicación y organización interna, por ello Carmen ha aprendido la importancia de las asambleas en este tipo de espacios. La casa le ha aportado compartir momentos con personas muy bellas que sin duda constituyen una parte fundamental de su paso por Chiapas y de sus futuros recuerdos de México.
Respecto a la experiencia en general, Carmen comenta que al principio necesitó 4 o 5 días para integrarse en la casa con el grupo que ya había entonces. Al principio le faltaba un espacio privado donde poder leer o trabajar tranquilamente, pero los magníficos cafés y plazas que abundan en San Cristóbal le ayudaron mucho. Ella se considera una persona flexible y tolerante así que no tuvo muchas dificultades a la hora de adaptarse a las distintas formas de mantener los espacios comunes limpios, aunque la limpieza sea siempre punto a tratar en las asambleas!
Hablando sobre los retos que ha tenido que superar, para Carmen ha sido especialmente difícil conocer, compartir momentos y luego despedirse de gente para seguir dando la bienvenida a las nuevas generaciones que pasaban a ser parte de Junax. Con el tiempo la intensidad con la que te acercas a lxs nuevxs integrantes puede decaer, lo que puede implicar perderse bonitos descubrimientos.
Si Carmen tuviera que cambiar algo de esta experiencia, le hubiera gustado que la implicación política, las tardes asistiendo en grupo a conversatorios o viendo documentales, se hubieran mantenido durante toda su estancia. No obstante, en sus últimos meses en la casa se consiguieron “pequeños grandes” avances en la organización interna (¡y por tanto políticos!) de los que está muy orgullosa en haber participado.